Lo que un científico ha denominado como la "prueba dura" del oso 20741 (documentada en el Jornal de Biología Polar) y aunque es un caso sin precedentes - con la disminución de los casquetes polares se han dado muchos casos de osos nadando largas distancias e incluso de canibalismo- nos ayuda a hacernos una idea de la situación real del oso polar en el contexto del recalentamiento planetario.
Como parte de su estudio y seguimiento muchos de los osos polares llevan un collar con GPS, que también mide la temperatura de su cuerpo tanto en la superficie como en cuando nadan en las aguas heladas.
La osa 20741 perdió 80 kilos de peso durante su terrible periplo nadando desde el este de Barrow, Alaska y terminando, después de recorrer 750 kilómetros, en la costa de Beaufort cerca de la frontera con Canadá.
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