Impresiones bajo el agua (Impressionen unter Wasser) es un película documental dirigida, realizada, fotografiada y editada por Leni Riefenstahl. La película se presentó en el 2002 días antes de que la directora, que llevaba cincuenta años sin presentar ninguna película, cumpliera 100 años. Aprendió submarinismo a los 72 años y con más de 90 siguió lanzándose en paracaídas.
Impresiones bajo el agua es el resultado final de 30 años fotografiando los arrecifes de coral. En 1983 la directora habló por primera vez de este proyecto: "Las películas submarinas son o bien científicas, como las de Cousteau, o bien sensacionalistas como las películas de tiburones que hace hollywood. Pero no hay ninguna como la que nosotros planeamos hacer".
La película se rodó mayoritariamente en Guinea Papúa y en menor medida en Maldivas, Seychelles, Kenya, Tanzania, Indonesia, el Mar Rojo, las Islas Coco y el Caribe Cubano. Su directora manifestó en numerosas ocasiones el deseo de que su película sirviese para concienciar e ilustrar al mundo de lo que perderemos si dejamos que los océanos se sigan degradando. Para muchos la película es un ejemplo de su genio creativo.
«Siempre anduve a la búsqueda de lo insólito, de lo maravilloso y de los misterios de la vida, debajo del agua lo encontré». Así es como comienza Leni Riefenstahl su libro de memorias.
Impresiones bajo el agua es el resultado final de 30 años fotografiando los arrecifes de coral. En 1983 la directora habló por primera vez de este proyecto: "Las películas submarinas son o bien científicas, como las de Cousteau, o bien sensacionalistas como las películas de tiburones que hace hollywood. Pero no hay ninguna como la que nosotros planeamos hacer".
La película se rodó mayoritariamente en Guinea Papúa y en menor medida en Maldivas, Seychelles, Kenya, Tanzania, Indonesia, el Mar Rojo, las Islas Coco y el Caribe Cubano. Su directora manifestó en numerosas ocasiones el deseo de que su película sirviese para concienciar e ilustrar al mundo de lo que perderemos si dejamos que los océanos se sigan degradando. Para muchos la película es un ejemplo de su genio creativo.
«Siempre anduve a la búsqueda de lo insólito, de lo maravilloso y de los misterios de la vida, debajo del agua lo encontré». Así es como comienza Leni Riefenstahl su libro de memorias.
Qué belleza de videos. Totalmente relajantes.
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