martes, 21 de septiembre de 2010

Club de buceo ZOEA en Mallorca.

Este domingo nos acercamos a bucear con los amigos del Club de buceo ZOEA en Mallorca. Nos recibió Luis Comenge (PADI course director, biólogo marino y patrón portuario), director del centro y fundador de ZOEA. Luis se dedica al buceo recreativo y a su enseñanza desde hace más de 20 años. Después de muchos años trabajando en el buceo en la península descubrió el suroeste de Mallorca y decidió traer su sello a las Islas. Con el tiempo ha logrado crear una de las empresas de buceo más grandes y profesionales de toda España.

Llegamos a las 8:45 de la mañana al puerto del Club Náutico de Santa Ponsa, al suroeste de Mallorca, es un entorno paisajístico típicamente mediterráneo y una de las mejores zonas para el buceo. Nos esperaba una furgoneta para cargar el equipo y acercarnos a las instalaciones. Después de haber conocido varios clubes de buceo es una sorpresa muy agradable encontrarte con centros como ZOEA, aquellos que han sido diseñados cuidando el detalle, que ofrecen todo lo necesario para hacer del buceo una experiencia grata y satisfactoria incluso antes de ponerte el neopreno. Es un club abierto al embarcadero, práctico, moderno, limpio, dispone de una amplia terraza, de tienda, de una estudiada zona de lavado y secado. Se respira organización en cada rincón, es cómodo para cambiarte o darte una ducha en agua caliente y, sin lugar a dudas, lo mejor de todo es el buen ambiente que se aprecia dentro y fuera. Poco más tengo que deciros, podría añadir que para la comodidad de los buceadores el centro se encuentran a tan solo unos pocos metros de los puntos de embarque y que una vez en el barco estamos a menos de una milla de las reservas marinas del Toro y Malgrats. Nuestra idea es volver a visitarlo en grupo, mientras tanto y si tenéis la oportunidad os recomiendo que os paséis a conocerlo, la satisfacción y el disfrute están asegurados.

El lugar elegido para la inmersión fue la reserva marina del Toro. Tardamos diez minutos de navegación para llegar hasta la zona de buceo, el tiempo necesario para que los más rezagados terminen de preparar su equipo. La temperatura del agua era estupenda, siendo 25º la mínima alcanzada a una profundidad de casi 39 metros, dato que no deja de asombrar a uno que se inició de niño en las aguas del Atlántico. Lo que más me sorprendió fue el color del agua, por lo intenso de su azul, por un momento llegué a pensar que acabaría buceando en un medio opaco pero una vez dentro del agua comprobé que aquella densidad de color no era incompatible con una buena visibilidad. Una caída vertical nos lleva hasta los 18 metros y luego suavemente hasta los 39 metros. Formaciones rocosas de todos los tamaños albergan una gran variedad de vida desde pequeños invertebrados hasta grandes bancos de dentones y barracudas. Meros, morenas, pulpos, congrios y cientos de otras especies se dan lugar en este maravilloso lugar. Algunos de ellos se acercaron a saludarnos y hasta posaron fugazmente delante de nuestra cámara.


                                       www.zoeamallorca.com


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